Traducción articulo ‘The Athletic’ sobre el caso de Paul Riley, By Meg Linehan and Katie Strang.
Antiguas jugadoras han acusado al entrenador de North Carolina Courage, Paul Riley, de coacción sexual en varios equipos y ligas desde 2010, según informa The Athletic.
La centrocampista Sinead Farrelly jugó para Riley en tres equipos de tres ligas, desde 2011. Farrelly dijo a The Athletic que Riley se sentaba a menudo junto a ella en un bar al que llevaba regularmente al equipo y que, con el tiempo, ella empezó a compartir con él información muy personal.
Cuando el equipo tuvo que juntarse en una furgoneta abarrotada después de su derrota en la final de la WPS de 2011, Farrelly dijo que tuvo que sentarse en el regazo de Riley y él le agarró las caderas.
«Me sentí reclamada», dijo Farrelly a The Athletic. «Esa palabra honestamente lo describe perfectamente para mí, porque tengo esta sensación de que él fue alrededor y miró a sus posibles objetivos, y se centró en mí. Me reclamó; así es como se sintió su toque. Recuerdo que pensé: ¿Alguien más está viendo esto?»
Farrelly y Riley terminaron frente a su habitación de hotel, dijo ella, y ambos entraron. Farrelly dijo que sintió que Riley la obligó a tener sexo con él, y pasó la noche en su habitación.
La supuesta coacción sexual de Riley hacia Farrelly continuó durante la pretemporada y más tarde cuando ella jugó en su equipo semiprofesional de Long Island en 2012.
Farrelly se unió al Kansas City FC en la recién creada NWSL en 2013, y luego Riley la fichó cuando el Portland Thorns lo contrató ese mismo año. Él persiguió a Farrelly mental y emocionalmente, dijo ella. Incluso se derrumbó en un partido de julio de 2014 debido al desgaste que le causó.
El patrón de Riley de beber con sus jugadores continuó durante su tiempo con los Thorns.
«Realmente impone el tipo de cultura social que quiere en el equipo», dijo una jugadora anónima que jugó con Riley en Portland. «Tiene la autoridad. La gente no le presiona, todo el mundo lo acepta tal y como es. Intentas sobrevivir en su jerarquía».
Antes de la temporada 2015 de los Thorns, Meleana «Mana» Shim se vio envuelta en la «cultura social» que Riley había cultivado en Portland y en sus anteriores equipos. Con el tiempo, empezó a enviar mensajes de texto a Shim con más frecuencia y le pidió que viera películas con él, incluso a veces en su apartamento y en su habitación de hotel.
Después de una noche en la que el equipo salió a un bar, Farrelly y Shim acabaron en el apartamento de Riley. Éste les ofreció más alcohol en su apartamento, dijeron las dos jugadoras, y le pidió a Shim que bailara con él y presionó a las dos compañeras para que se besaran y así el equipo no tuviera que hacer un ‘simulacro de milla suicida’ (un ejercicio físico de entrenamiento muy duro) esa semana.
Con la ayuda de su compañera de equipo Alex Morgan, Shim envió una queja por correo electrónico al propietario de los Thorns, Merritt Paulson, y a la directora de Recursos Humanos, Nancy García Ford, en 2015. García Ford se reunió con Shim para tratar su queja. Shim dijo que García Ford le dijo que no tenía posibilidad de una reclamación legal porque Shim no podía proporcionar ninguna prueba que lo corroborara.
Ese otoño, los Thorns anunciaron que Riley no sería contratado para una tercera temporada. Desde fuera, parecía que los malos resultados del equipo habían forzado la decisión de Portland. Esta semana, Paulson reconoció a The Athletic que los resultados de la investigación influyeron en la decisión del equipo.
Riley siguió entrenando en fútbol femenino tras su despido de los Thorns, y actualmente dirige a North Carolina Courage de la NWSL.
Después de que la NWSL adoptara una nueva política contra el acoso a principios de este año, Farrelly y Shim se pusieron en contacto con la liga para pedir una nueva investigación sobre el comportamiento de Riley. La comisaria de la liga, Lisa Baird, les agradeció por plantear sus preocupaciones, pero informó a ambas ex jugadoras que la queja de 2015 fue «investigada hasta su conclusión», y que no podía compartir ningún detalle.
El miércoles, Riley respondió a una lista de 23 preguntas de The Athletic sobre su supuesta conducta con un correo electrónico en el que afirmó que la mayoría de las acusaciones son «completamente falsas.» Escribió: «Nunca he tenido relaciones sexuales con estas jugadoras ni les he hecho insinuaciones sexuales». Dijo que a veces socializaba con las jugadoras y que ocasionalmente pagaba las cuentas del bar, «pero no les llevo a beber».
Admitió que a lo largo de su carrera «existe la posibilidad de que haya dicho algo en el camino que haya ofendido a alguien», pero añadió: «No menosprecio a mis jugadoras, ni comento su peso, ni hablo de sus relaciones personales.» Riley también negó haber realizado sesiones de películas/cine en su habitación de hotel.
North Carolina Courage dijo en un comunicado: «Cuando contratamos a Paul, dejamos perfectamente claras las expectativas del trabajo y los valores de nuestro club, y por lo que sabemos, ha estado a la altura de esas expectativas. Si hay alguna jugadora o miembro del personal que desee pronunciarse de acuerdo con la política de la liga NWSL, le animamos a que denuncie cualquier comportamiento inapropiado, ya que seguiremos manteniendo la norma de mantener un entorno seguro y positivo para todos en el club.»