ALEXIA DESDE LA OTRA ORILLA

Autor: Juan (@RMfutfem)

El futbol femenino me ha brindado formas nuevas de apreciar la cultura alrededor del futbol, la ultima de estas es poder apreciar como una jugadora del club rival se lleva al máximo galardón a una futbolista, el balón de Oro.

Hace varios años alegrarme porque alguien del Barcelona ganase algo, incluso un partido, era impensable. Aquí en Sudamérica el futbol se vive diferente, otra pasión, un poco te inducen que el rival no es solo un adversario deportivo sino un enemigo al que hay que eliminar, cuando me enamoré del Real Madrid era muy difícil encontrar otro par que fuese de un club europeo y mucho más difícil encontrarte a alguien con la camiseta de Rivaldo por la calle. Tuve mi tiempo de hincha termo (de cabeza cerrada) en el que no quería que el club o alguien del Barcelona ganase algo, ni siquiera a los tazos, luego llego un poco la madurez y entender que lo importante es que florezca tu jardín y no que se queme el del vecino, así que empecé a disfrutar o sufrir lo que hacia el Madrid y restarle importancia a lo bueno o malo que hicieran en Catalunya, esto coincidió con la explosión de Messi más el Neo-Barcelonismo, para ese momento sí me encontraba camisetas blaugranas en cada esquina, además en las reuniones de cuñados donde la gente opinaba de futbol sin fundamento todos hablaban de ese quipo y estaban listos a cargarme así que me limitaba a decir que la procesión va por dentro y que todos elegíamos la forma de sufrir, la mía era el Madrid y ellos otro equipo, quedaban aburridos.

Cuando entré al futfem entendí rápidamente que la mayoría de las aficionadas seguían al Barcelona no por las ideologías del club (o igual algunas si) sino por que era el club que tenia las mejores jugadoras desde hace un tiempo, por el proyecto y porque sus referentes estaban allí, cuando empezaron a seguir ese equipo no había Real Madrid todavía, ni siquiera en el horizonte y ahora que es una realidad apoyan a su club de toda la vida pero no dejan de lado a sus referentes, ambas cosas pueden convivir tranquilamente lo cual, como siempre repetiré, es una ventaja.

«Ser como Alexia no implica ser jugadora del Barcelona, implica jugar al futbol y poder vivir de ello»

A un tío de la fría Bogotá no le transmite mucha emoción que Alexia sea Balón de Oro, más allá de la alegría por la justicia del premio, es normal que el aficionado que llegó esta temporada o la pasada y que venga del masculino no entienda porqué la afición generalizada del futfem celebre el premio, eso sucede porque obvian que muchas de las jugadoras que son la actualidad del futbol nacional e incluso algunas que estén en el Real Madrid hoy cuando eran pequeñas no tenían una referente, os encanta ver a las jugadoras en fotos cuando eran crías con los kits del equipo en el que juegan hoy pero en ese momento la Misa de 6-8 años que jugaba en el patio no decía: “quiero ser como Kubalita”, a lo sumo tendría la imagen de Casillas y eso si ya tenia claro que seria portera. El premio de Alexia cambia eso, ahora las más pequeñas que están jugando en los patios de toda España e incluso del mundo querrán ser como Alexia, ser como Alexia no implica ser jugadora del Barcelona, implica jugar al futbol y poder vivir de ello, implica que hay chavalas de todo el mundo que verán la selección española y querrán ser como Ona Batlle, Alba Redondo, Maitane, Athenea del Castillo, Amaiur Sarriegui o como cualquier otra de las buenas jugadoras que tiene el FCB. Si no lo entiendes y te enfadas o te amargas por eso no es porque defiendas al Madrid, porque aún no entiendes esto.

El premio no me hará salir corriendo a Cibeles para celebrar o incluso dedicar un tweet de felicitación, pero entiendo lo que significa para el deporte español en general y que eso, de alguna manera, beneficia también al Real Madrid.

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